EL CHICO DE LA COLETA.-


EL CHICO DE LA COLETA

Emersión de un líder

Yo estoy contento.

Andan revueltos y alterados los hornos de opinión y debate, a partir de las recientes elecciones, a consecuencia de los resultados obtenidos por el emergente grupo político “Podemos” que tan brillantemente lidera el desenvuelto Sr. Iglesias.

Sensatos y veteranos opinantes rasgan sus vestiduras ante la grave perspectiva que les amenazan las propuestas, proyectos e intenciones con que desafían gobernarnos cuando alcancen ese timón del barco que ya acarician.

Es cierto que resulta espeluznante escuchar sus ideas y planes nefastos, anti sociales, inaplicables e inadmisibles la mayoría de ellos, carentes del más mínimo conocimiento o estudio de posibilidades y medios para poder ser aplicados. Pero, ¡tranquilos! que para llegar a la realización de tan oníricos proyectos, el novedoso Boom, fruto del buen aprovechamiento de sus oportunidades publicitarias por el verborreico y demagogo profesor, tendrá que pisar terreno firme para exponerse frente a frente a esos electores que gustan más de hechos reales y prácticos que de fantasías.

Pero, sin embargo, hay algo en este nuevo movimiento social que a mí me complace. Cuando en mayo del pasado 2011, los “Indignados” decidieron, tras sus largas manifestaciones invadir y ocupar la Puerta del Sol de Madrid yo, mucho más INDIGNADO que ellos, manifestaba (en mi comentario “Protesta” (27-5-2011) de este mismo blog) mi disconformidad radical con estos comportamientos totalmente ilegales y perjudiciales para muchas personas ajenas al proyecto de los causantes. En mi comentario recordaba la posibilidad que este movimiento–autodenominado 15M- tenía de protestar y oponerse      –de forma legal y correcta- a los métodos y prácticas que el gobierno estaba aplicando, mediante su apoyo a otros partidos que estimasen más acordes en objetivos con los propios, o la formación de un nuevo partido que defendiera sus ideales. De este modo, si sus ideas eran verdaderamente tan secundadas por una mayoría como en sus algaradas presumían, lograrían imponerlas por la vía pacífica y legal, y no a través de sus torticeras “Asambleas Públicas” en las que, pequeños grupúsculos de “antitodo” se arrogaban la representación de toda la población.

Es evidente, y esto es lo que me complace, que el señor Iglesias ha reflexionado –no precisamente por mis indicaciones que estoy seguro desconoce- sobre este cambio de métodos, optando por la creación de ese partido legalmente constituido y mediante el cual ha logrado tan favorables y sorprendentes resultados. Es a partir de ahora cuando sus electos diputados, concejales, etc., incluso él mismo como cabeza de un partido, tendrán voz y voto en las instituciones para influir en su gobernabilidad.

A partir de ahora, Don Pablo Iglesias tendrá que aprender que la representación mayoritaria de los 30-35 millones que opinan en nuestro país no la ostentan las decenas   –o cientos- de individuos que más gritan en una concentración de protesta, sino los millones de votantes que deciden quien les ha de gobernar. Estas mayorías podrán estar, o no, en lo más acertado, pero es la democracia, el sistema de gobierno que, también por mayoría, se decidió en su momento.

Ojalá que algún día sus propuestas (que sin duda habrá de rectificar) sean tan convincentes y halagüeñas, rectificadoras de tantos desatinos e indecencias que hoy padecemos, que alcance esas mayorías necesarias para gobernar.

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