EL HORMIGUERO
El programa “EL HORMIGUERO” de Pablo Motos, en La Tres TV, supuestamente concebido como programa de humor y entretenimiento, se está manifestando como magacín analítico-exponente de las aptitudes de los individuos que optan al desempeño de cargos gestores de responsabilidad en el gobierno de nuestro país.
Se inicia la reveladora operativa con la intervención en el programa de los líderes emergentes, candidatos al ascenso a la cúspide gubernamental, que alcanzarán tras el derribo de quienes ostentan el privilegio. El éxito de todos ellos ante los espectadores es colosal, conquistando de modo radical a votantes y críticos: periodistas, tertulianos y crítica en general, valoran de forma positiva las expresiones y comportamientos de los intervinientes, loando sus sinceros, humildes y comunicativos gestos. ¡Es la gran oferta! Los aspirantes exhiben cualidades de populismo y modernismo, acercándose al pueblo: cantan, bailan, cuentan sus intimidades públicamente…Todo es limpio y sano. No como los actuales gobernantes que son hoscos, reservados, serios.
Pero, hete aquí, que un buen día aparece en el programa la vice-presidenta del gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría. Como es de ritual, el Sr. Motos le somete a su característico interrogatorio descarado y mordaz. Le convida a las habituales pruebas desenfadadas que ella acepta con normalidad y… ¡baila!. Esta fue la reválida. Soraya era aprobada por los críticos renovadores: ¿Rajoy no bailará? No tiene trazas…(le dicen) ¡Sí, sí que baila… en las bodas!; pues tendría que venir al hormiguero y bailar, demostrarnos que es del pueblo, que está con él y merece gobernarnos. si no….
Queda pues probado que para poder desempeñar un cargo de responsabilidad y gobierno, el individuo debe someterse a este tipo de examen de sus cualidades humorísticas, populares y lúdicas, demostrando su capacidad y disposición para ello. ¡Qué importa al pueblo sus capacidades y conocimientos sobre la administración, economía, o sociología!.
Llama la atención que, los gestores de empresas de gran remonte, no hayan pensado todavía en tan magnífico sistema de selección para sus altos cargos aunque, pienso que, en adelante, pasaran por la academia Pablo Motos figuras como Las Koplowitz, Sr. Gimeno de El Corte Inglés, Sra. Botín o Sr. González. Etc.